Tras un fallecimiento es necesario resolver diferentes procedimientos burocráticos para tramitar herencias. Es una situación común, aunque difícil e inevitable, y en la que muchas veces la muerte de un familiar sucede de improviso.
Cuando gestionas el proceso de una herencia puedes encontrarte en varias situaciones, según el tipo de herencia o circunstancias. Por ello, en el siguiente artículo te explicamos cuáles son los primeros pasos para la gestión de un proceso hereditario.
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Índice de contenidos
¿Qué son las herencias?
Una herencia es el conjunto de bienes, derechos y obligaciones que una persona transmite a sus herederos tras su fallecimiento. Puede existir con o sin testamento, y en función de ello se siguen distintos trámites legales. Para saber si el fallecido otorgó testamento, se debe solicitar el Certificado de Actos de Última Voluntad, un documento oficial que indica si existe testamento y en qué notaría se encuentra depositado. Según cada caso se debe realizar el siguiente proceso:
Si existe testamento
Se identifican los herederos designados por el testador y se inicia el proceso de adjudicación de la herencia conforme a su voluntad.
Si no existe testamento:
La herencia se distribuye conforme al derecho sucesorio, es decir, la ley determina quiénes son los herederos legales y en qué orden. En estos casos se requiere una declaración de herederos, en la que se deben aportar pruebas de parentesco y contar con testigos que certifiquen la relación con el fallecido.
Además, los herederos tienen la opción de renunciar a la herencia. Esta decisión puede tomarse por diversos motivos: deudas asociadas a la herencia, imposibilidad de asumir el impuesto de sucesiones, conflictos familiares, etc. No obstante, la renuncia es total, voluntaria e irrevocable.
Plazos a tener en cuenta
Aunque el Código Civil no fija un plazo para tramitar la herencia, el impuesto de sucesiones debe liquidarse en un máximo de 6 meses desde el fallecimiento. Este plazo puede prorrogarse hasta 12 meses si se solicita a tiempo.
Tramitar una herencia puede ser un proceso complejo, que requiere la presentación de múltiples documentos en formato original ante notaría. Por ello, es recomendable contar con asesoría jurídica especializada.
¿Cómo se realiza el reparto de herencias?
El reparto de una herencia implica varios trámites legales y administrativos. Por ello, tanto si se decide aceptar como renunciar a la herencia, es fundamental contar con el asesoramiento de un abogado especializado en derecho sucesorio.
1. Recopilación de certificados y documentación
Primero, es necesario reunir los documentos esenciales del fallecido y de los herederos:
- Certificado de defunción
- Certificado de últimas voluntades (se solicita 15 días después del fallecimiento; solo es válido el de fecha más reciente)
- Certificado de seguros de cobertura de fallecimiento
- Escrituras de propiedad de inmuebles o terrenos
- Documentación de vehículos del fallecido
- DNI o certificado de empadronamiento del fallecido
- DNI de todos los herederos
Si no existe testamento, también se debe aportar:
- Libro de familia o certificados de nacimiento de los descendientes
- Certificado de matrimonio o fe de soltería
- Acta de declaración de herederos
2. Inventario de bienes y deudas
En esta fase se identifican y valoran los activos y pasivos del fallecido. El inventario debe ser riguroso y detallado para evitar errores o conflictos en la distribución posterior.
3. Partición de las herencias
Una vez aprobado el inventario, se realiza el cuaderno particional, documento que recoge el caudal hereditario y la distribución de bienes entre los herederos según lo establecido en el testamento o por ley. Todos los herederos deben firmar este documento y decidir si aceptan o no la herencia.
4. Liquidación de impuestos
Al aceptar la herencia, se debe abonar el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones. Este pago debe realizarse en un plazo máximo de seis meses desde el fallecimiento, aunque se puede solicitar una prórroga. No pagar en plazo puede acarrear sanciones o incluso la pérdida de derechos sobre la herencia.
Una vez completados correctamente todos los trámites, los herederos podrán disponer de los bienes que les correspondan legalmente.