Una condición fundamental para lograr la igualdad es erradicar el sexismo de diferentes áreas fundamentales de la vida, como en el lenguaje, en el ámbito laboral, en el sector doméstico y más. Los actos sexistas a nivel individual pueden parecer inofensivos, pero crean un ambiente de clima de intimidación, miedo e inseguridad. Todo esto contribuye a la aceptación de la violencia, especialmente contra las mujeres y niñas.
En el blog de hoy explicaremos a detalle este concepto, sus características y la importancia de detectarlo para pararlo. Así que, ¡sigue leyendo!
Índice de contenidos
¿Qué es el sexismo?
El sexismo hace referencia a todas las prácticas y actitudes que fomentan la interacción entre personas de forma diferenciada por razón de su sexo biológico. De este se asumen características y comportamientos que se esperan de hombres y mujeres en su actuar diario.
En este sentido, el sexismo crea un sentimiento de inutilidad, autocensura, la adopción de estrategias de autoprotección, cambios de comportamiento, y deterioro de la salud de la persona. Es una idea que afecta a las mujeres y a las niñas de manera desproporcionada, en forma de prejuicio y creencia y se pone de manifiesto a través del lenguaje, símbolos y costumbres históricamente arraigadas.
¿Cómo se expresa el sexismo?
Los actos sexistas a nivel individual pueden sentirse como acciones inofensivas, pero crean un clima de intimidación, miedo e inseguridad. Todo esto fomenta la aceptación de la violencia, especialmente contra las mujeres y las niñas.
Algunas manifestaciones de sexismo empiezan como bromas sexistas, comentarios sobre la apariencia física, justificación de la violencia contra las mujeres, roles rígidos para mujeres y hombres, sexualización de las mujeres y más. Todo esto puede dar pie al acoso sexual, a la violencia física y psicológica, violación sexual, stalking e, incluso, el asesinato.
Por otra parte, aunque el sexismo afecta mayoritariamente a las mujeres, también puede afectar a los hombres y a los niños cuando su comportamiento no se conforma con los roles de género estereotipados. De la misma forma, el impacto negativo de estas prácticas puede agravarse para ciertas mujeres y hombres debido a su origen étnico, edad, discapacidad, origen social, religión, identidad de género, orientación sexual o por otros factores.
¿En qué áreas se manifiestan las prácticas sexistas?
La idea de sexismo fue propiciada desde el feminismo internacional en la década de los años sesenta, y hace referencia a la idea simbólica y política que pretende organizar el mundo según la autoridad del varón en relación con la mujer. Es complementario del androcentrismo que generaliza “lo humano” como masculino, expulsando a las mujeres del mundo real y del universo simbólico.
El sexismo está presente en todas las áreas de la vida. Algunos grupos de mujeres son especialmente vulnerables al sexismo, por ejemplo, mujeres jóvenes, representantes políticas, periodistas o personalidades públicas.
A continuación, te mostramos algunos ámbitos en los que, según Human Rights Channel, hay mayor manifestación sexista.
Lenguaje y comunicación
El uso del masculino genérico del locutor (“él” para nombrar a una persona no específica), es una gran característica del sexismo. Por ejemplo, cuando hablamos de una mujer usando el término masculino de su profesión.
En definitiva, el lenguaje y la comunicación son importantes porque hacen que la gente sea visible o invisible y que se reconozca o se menosprecie su partición en la sociedad. El lenguaje da forma a nuestro pensamiento y nuestra forma de pensar influye en nuestras acciones. Es por eso, que utilizar un lenguaje discriminatorio refuerza las actitudes y los comportamientos sexistas.
Para prevenir este comportamiento, podemos usar el femenino y el masculino cuando nos dirijamos a un público mixto; revisar la comunicación para evitar lenguaje a imágenes que no tienen en cuenta la perspectiva de género. También se puede producir manuales que incorporen la perspectiva de género y promover la investigación en este campo.
Medios de comunicación y redes sociales
Mostrar imágenes sexualizadas de mujeres en los medios de comunicación o redes sociales limitan las opciones vitales de las niñas y los niños. También, información sobre violencia contra las mujeres donde se culpabiliza a la víctima, promueve la idea de que los hombres poseen el poder, y de que las mujeres son objetos y que está bien comentar abiertamente sobre su apariencia física.
Para prevenir esto podemos implementar legislación sobre igualdad de género en los medios de comunicación; formar a profesionales de los medios de comunicación en temas de igualdad de género y asegurarnos de que mujeres y hombres sean representados en los medios de manera paritaria, sin estereotipos. También, es importante definir el sexismo en el ámbito jurídico y criminalizar el discurso de odio sexista en línea.
Sexismo en el entorno laboral
En el lugar de trabajo el sexismo se manifiesta en la práctica de excluir a las mujeres de las oportunidades profesionales por el solo hecho de ser madres. También, cuando se favorece a un hombre en lugar de a una mujer para puestos directivos al presumir la falta de autoridad de la mujer.
Estas y otras prácticas minimizan la eficiencia de las víctimas y su sensación de pertenencia. El silenciar a través del sexismo, implica que se ignoran o desaprovechan ideas o talentos. Además, lo comentarios denigrantes crean un entorno opresivo y de intimidación para la víctima y puede terminar en violencia o acoso.
Para ello hay que adoptar códigos de conducta que definan el comportamiento sexista para prevenirlo a través de formación. Igualmente, es fundamental establecer mecanismos de denuncia, medidas disciplinarias y servicios de apoyo desde los puestos directivos.
Sectores de justicia
Crear desconfianza en el sistema judicial, puede conducir a sentencias sin conocimiento de causa. También, menospreciar a las mujeres puede llevarlas a salirse de profesiones relacionadas con el derecho.
Por tal motivo, hay que implementar políticas de acceso igualitario de mujeres a la justicia y formar a profesionales del derecho y a las fuerzas de seguridad. Además de asegurarnos de que profesionales del derecho basan sus juicios en hechos, en el comportamiento del perpetrador y en el contexto del caso.
Ámbito privado
Las tareas no remuneradas afectan a la participación de las mujeres en el mercado laboral, a su independencia económica y también a su participación en actividades deportivas y de ocio. A la vez, los juguetes como la mini cocina o un juego de construcción influyen en los roles de género, pero también en las futuras opciones de estudio o profesionales.
¿Cómo prevenir esto? Adoptando medidas de sensibilización e investigación sobre el impacto del reparto de las tareas no remuneradas entre hombres y mujeres. De la misma manera, promoviendo juguetes que no impliquen las diferencias de género y animar tanto a niños como a niñas a participar en las tareas domésticas.
¿Dónde aprender sobre la igualdad de género?
En la Escuela de Postgrado y Ciencias del Derecho podrás encontrar el Máster en Igualdad de Género, con el que analizarás a profundidad el sexismo y sus procesos de socialización. Además, esta titulación va dirigida a profesionales, técnicos y todas aquellas personas que estén interesadas en aprender y fomentar nuevas dinámicas sociales y políticas en donde haya igualdad de género.
Todo el temario del máster ofrece al alumno y a la alumna la base teórico-práctica fundamental para planificar, desarrollar y evaluar intervenciones sociales en igualdad de género en el marco de las políticas de igualdad a nivel estatal, comunitario e internacional. Así como a emplear las diversas estrategias de intervención y asesoramiento en contextos específicos.
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